Querido Señora Draper,
Tu libro cambió mi vida. Lo encontré en el cuarto grado. Estaba delante de estudiantes otros. Mi maestra me dio unos pocos libros para elegir, y su libro se destaca. Creo que fue el pez dorado. Honestamente, no sé por qué elegí tu libro. Pero, sé que tu libro cambió la forma en que veo el mundo.
Yo vivo en una ciudad predominante blanca. No creo que me haya expuesto adecuadamente a diversas culturas y experiencias cuando era joven. Es importante que los niños tengan esto. Gracias por hacer un libro que muestra a los niños que la inteligencia viene en todos los cuerpos, no sólo físicamente capaces. Después de leyendo su libro, yo comencé a tratar a ver problemas desde todos los ángulos. Esto me ha ayudado en social, académicamente, y en programas como modelo naciones unidas.
Trato lo mejor que pude para ser inclusiva y empática. Es muy difícil cuando hay una barrera del idioma. Este verano, tuve un estudiante no podía hablar inglés. No podía decirme lo que necesitaba o quería. Daba miedo cuando lloraba y gritaba sobre un vaso de agua. Creo que fui capaz de manejar esa situación porque leí tu libro. Nosotros desarrollamos una tabla como la que Melody usó. Como la manera Melody se hizo feliz y sociable en tu libro, este niño estaba feliz y nunca querido salir el campamento.
Tu libro me enseñó a una edad temprano mirar el mundo desde todas las perspectivas. Esto me ayuda hoy, cuando soy tutor de compañeros en español. Puedo factorizar lo que sé sobre estilos de aprendizaje y neumónicos para hacer un plan que les ayuda más. Siento que soy como soy hoy porque leí tu libro.
Gracias,
Ayla Perosky