Después de haber estudiado varias obras de Bécquer, Poe, y Hawthorne, buscamos fotos conmovedoras y analizamos estas fotos por sus rasgos góticos. “Leímos” estas fotos y creamos cuentos o descripciones románticas según las imágenes. Las entradas que siguen eran parte de esta unión entre lo que aprendimos por la literatura y el arte.
Con el disparó paró todo. La imagen captó para siempre la angustia dibujada en las caras de la muchedumbre de luto. Los rostros fantasmagóricos alumbrados a medias por llamas redonditas de tantas velas. Aún en la foto, se sienten el silencio y los suspiros desesperados, se oye el pesar de la noche sin estrellas y las mentes que vagan entre la memoria y la presencia y que se preguntan a la vez “¿por qué?” La soledad entre tanta gente es palpable. Es un sollozo colectivo. Es un grito de horror congelado en el tiempo. Algunos árboles jóvenes tapan las ventanas de un edificio centinela como si estuvieran cegándolo, exigiéndolo de no observar el dolor de tantas almas atormentadas. Una mujer abraza a una niña pequeña, que parece una muñeca, que parece tan frágil y delicada y beata la jovencita, que parece angélica, efímera. Un abrazo, un gesto repetido por tantos padres cuyo deseo es proteger a sus hijos, por padres que quieren parar el tiempo y regresar atrás y evitar que la tristeza y la agonía de perder a nuestros seres queridos nos toque jamás. Pero el mundo es un reino cruel e irónico y frío y la muerte violenta nos transforma a todos en fantasmas vivos, ecos de lo que éramos antes, apenas iluminados por llamas que vacilan ante la incertidumbre en la oscuridad. (Amy Nocton)
Perdidos en sus pensamientos 
Cuando entendemos la literatura y el arte, tenemos un perspectivo distincto sobre nuestro mundo, y dimos muchos opportunidades para enseñamos nuestras vidas.
Me encanta tu descripción sobre la nina que es como un muneca. Es tan fuerte y has construido una perspectiva de la foto que no tenia antes de leerla.